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Día a día nosotros creamos nuestro propio mundo, y aquí os muestro un pedacito del mío.



lunes, 12 de diciembre de 2011

Su sonrisa.

Tengo un nudo en el estomago que me esta abrasando, ya quema, y parece que nunca va a terminar de anudarse, parece que seguirá ahí el resto de mis días. Me cuesta incluso tragar cualquier liquido, cualquier alimento, me duele mirar una fotografía suya pero aún me duele más no mirarla. No soporto coger el teléfono esperar ver una llamada, un mensaje y que no haya nada, absolutamente nada. No soporto esta ansiedad, esta impotencia, esta sensación de no poder remediarlo, de no poder hacer nada. Todo lo que hago me recuerda a él y por ello me cuesta respirar, me cuesta respirar cada vez que pienso en él, se me acelera el corazón, me vuelve la tristeza, el dolor. La necesidad que tengo de ver su enorme y perfecta sonrisa,la necesidad de mirar sus ojos y no cansarme de ellos. Necesito que me haga reír y por mi que fuese a diario, hace mucho, muchísimo que no me sentía tan viva, que nadie me hacia sentir así de bien y ahora cuando llega la hora de hablar con él, en realidad no llega, se me hace un inframundo de todo esto. Y cada vez me doy más cuenta de lo injusto que es este mundo, y de las pocas personas que consiguen la felicidad que tanto ansían en esta vida. Y yo que se que he pedido mucho y nada se me ha dado, ahora no es que pida, es que ha llegado un momento en el que necesito algo para seguir viviendo. 
A pesar de que necesito muchas cosas hoy solo pido esa sonrisa.
 

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