.

Día a día nosotros creamos nuestro propio mundo, y aquí os muestro un pedacito del mío.



miércoles, 17 de octubre de 2012

Odio a la muerte.

Es tan fácil odiar a la muerte por llevarse a los seres que amamos, y tan difícil odiar al dolor en vida, porque por lo menos el dolor ajeno no mata, duele, hace sufrir, pero no mata. 

Nos queda el consuelo de que el ser al que amamos esta ahí, vivo, sufriendo, pero con vida al fin y al cabo.

Y en esto se queda el egoísmo, el egoísmo del ser humano, mi propio egoísmo.