Cuando estoy triste, lloro porque él no me puede abrazar, ni consolar.
Cuando intento no pensar, pienso en él y vuelvo a llorar.
Cuando me pregunto por que él, la impotencia no me deja ni respirar.
Y cuando me preguntan como estoy, siempre me prefiero callar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario